Un hadiz sobre el azaque

bismillah

Para complementar la entrada sobre el azaque transcribo aquí este hadiz qudsi que ayer me recordaron Salma y Amina. Lo más conocido es su final, con su frase equivalente a la de Jesús, la paz sea con él, en su famoso discurso de la montaña, pero leído entero aporta nuevas luces sobre el tema.

Lo he extraído de «El tabernáculo de las luces», traducción (algo modificada) del «Miskat al-Anwar» de Ibn Arabi, editorial Sufí. pp. 82-83.

Según Anas Ibn Malik, que Dios esté satisfecho con él, el Profeta, la paz y las bendiciones sean con él, dijo:

Cuando Dios creó la Tierra, esta se puso a temblar, y por ello colocó las monta sobre ella. Cuando las montañas se asentaron, los ángeles quedaron maravillados por su fuerza. Pregutaron entonces: «Oh Señor, ¿hay en Tu creación algo más poderoso que las montañas?»

-Sí, el hierro-, respondió Dios.

-Oh Señor, ¿hay en tu creación algo más poderoso que el hierro?

-Sí, el fuego.

-Oh Señor, ¿hay en Tu creación algo más poderoso que el fuego?

-Sí, el agua.

-Oh Señor, ¿hay en Tu creación algo más poderoso que el agua?

– Sí, el viento.

-Oh Señor, ¿hay en Tu creación algo más poderoso que el viento?

-Sí, el hijo de Adán que da limosna con su mano derecha sin que lo sepa su mano izquierda.

Hadiz transmitido por al-Tirmidhi en su Sahih.

Un hadiz sobre la adoración

bismillah
Un hadiz de «Lo más granado de los Jardines de los Justos», de an-Nawawi, traducción de Zakariyya Maza, p. 345.

Se transmitió de Maaquil bin Yasar, que Dios esté complacido con él, que el Mensajero, la paz y las bendiciones sean con él, dijo:
«¡La dedicación completa a la adoración en tiempos de confusión y disensión (fitna) equivale a la peregrinación hacia mi!»
Relatado por Muslim

Una hadiz, sobre los que se aman por Dios

bismillah

Buscando hadices, he encontrado este, de la Muwatta de ibn Malik. Es verdad que está en otras colecciones, pero me ha parecido que la anécdota acompañante era preciosa. Os paso la traducción que he encontrado en la Muwatta que tiene editada la Junta Islamica.

Yahya me contó de Malik, de Suhayl Ibn Abu Salih, de su padre, de Abu Huraira, que el Mensajero de Allah, que Allah le bendiga y le conceda paz, dijo: «Si Allah ama a un esclavo, le dice a Jibril: «Yo amo a fulano, por lo tanto ámale tú,» de forma que Jibril le ama y le grita a la gente del cielo: Allah ama a fulano, así que amadle,» y la gente del cielo le ama, y entonces llega a la Tierra su aceptación.» Cuando Allah está enfadado con un esclavo, Malik dijo: «A mí me parece que dice algo similar acerca de Su cólera.»

Yahya me contó de Malik, de Abu Hazim Ibn Dinar, que Abu Idris al-Khawlani dijo: «Yo entré en la mezquita de Damasco, y allí estaba un hombre joven de boca hermosísima y blancos dientes, con un grupo de gente. Cuando ellos disentían en algo, se lo referían a él y procedían de acuerdo a su decisión. Yo pregunté sobre él, y me dijeron: «Es Mu’adh Ibn Jabal.» Al día siguiente fue a la oración del mediodía, y descubrí que él se me había adelantado en la oración de mediodía y le encontré rezando.»
Abu Idris prosiguió: «Esperé hasta que terminó de rezar. Entonces me acerqué a él de frente y la saludé y dije: «Por Allah.» Y él: «¿Por Allah?» Y yo: «Por Allah.» Él dijo: «¿Por Allah?», y yo: «Por Allah».»
Y prosiguió: «Me tomó por la parte superior de mi capa y me atrajo hacia sí y dijo: «¡Alégrate! yo le oí al Mensajero de Allah, que Allah le bendiga y le conceda paz, decir: «Allah, el Bendito, el Exaltado, dice: «Mi amor es obligado hacia aquéllos que se aman en Mí, y hacia aquéllos que se dan mutuamente con generosidad en Mí (i.e., por Mí)».»
Muwatta de Ibn Malik, capítulo 51, sección 5.